¿Por qué nuestros objetivos de Año Nuevo, bien intencionados y sinceros, suelen desmoronarse en febrero? Principalmente, hay dos razones: en primer lugar, no nos fijamos objetivos claros, específicos o realistas, sino que hablamos en términos generales como «perder peso» o «estar más saludable»; En segundo lugar, anticipamos el «fracaso» desde el principio (después de todo, es lo que siempre hemos experimentado en el pasado). Para evitar que te pase de nuevo, hoy queremos recomendarte 10 propósitos saludables para 2021
Si bien no pensamos que os vayan a servir a todos por igual los 10 propósitos propuestos, al menos esperamos que os sirvan para aplicar los principios de establecimiento de resoluciones a vuestros propios objetivos y aspiraciones, y así obtener una ventaja.
10 propósitos saludables para 2021
1 Sé específico/a sobre tus objetivos
¿Qué significa realmente para ti ‘tonificar’ o ‘perder peso’? ¿Cómo lo medirás? ¿El objetivo es específico, medible, alcanzable, relevante y tiene un marco temporal? Si no es así, ajústalo para que así sea y anótalo. Compara ‘voy a perder peso este año’ con ‘voy a perder 8 kilos para marzo’ para tener una idea de cuánto más convincente es una meta.
2 Mantente activo/a siempre que puedas
Piensa en la última vez que usaste el coche para realizar una caminata de 15 minutos. ¿Era absolutamente necesario que lo hicieras, porque tenía una agenda apretada o porque llegabas tarde a un compromiso? Si no, ¿podrías haber caminado en su lugar? Esta es la clave, ya que si no puedes hacer deporte cada día por causas de fuerza mayor, siempre puedes transformar pequeñas rutinas del día a día para que sean más saludables. Como ir andando a hacer los recados o a trabajar, si tienes esa posibilidad.
3 Aumenta el consumo de frutas y verduras
Las frutas y verduras están repletas de nutrientes, fibra, vitaminas y minerales que promueven la salud y combaten enfermedades, y lo ideal es consumir de cinco a ocho porciones al día. Si te parece abrumador, piensa en distribuir el consumo a lo largo del día. Las variedades secas, enlatadas y congeladas también cuentan, y una de tus porciones diarias puede ser un zumo natural.
4 Practica deporte con frecuencia
Ya sea por tu cuenta saliendo a correr, o en un centro especializado de entrenamiento personal, intenta realizar ejercicio con frecuencia para mantenerte en forma y estar saludable.
5 Cuida tu postura
La conciencia corporal es algo que debes controlar las 24 horas, los 7 días de la semana. Los puntos clave a tener en cuenta son los hombros encorvados y tensos, la mandíbula apretada, el estómago colgando, la cabeza hacia adelante y las extremidades cruzadas. Si puede ‘escanear’ tu cuerpo regularmente a lo largo del día, te convertirás en un experto en reconocer cuándo tu postura no es óptima y corregirla. La ventaja es que te verás y se sentirás instantáneamente más alto, más delgado y más elegante.
6 Crea un diario de entrenamiento
No, no son solo para atletas profesionales. Cualquiera que haga ejercicio con regularidad (¡o planee hacerlo!) Debe llevar un registro o blog de lo que hace, incluido dónde se encuentra al principio (en términos de estado físico, peso, etc.) y cuáles son sus objetivos. Descubrirás que llevar un diario o un blog es motivador, fascinante y muy útil.
7 Toma la cantidad adecuada de líquidos
No diremos categóricamente que debes beber dos litros de agua por día, ya que no se ha demostrado que sea esencial para todas las personas. Pero si haces actividad física con regularidad y rara vez bebes agua, te recomendamos que aumente su consumo. Si bien es posible que el clima frío no te haga sentir tan sediento, las oficinas y el transporte público sobrecalentados son muy deshidratantes.
8 Encuentra el equilibrio en tu actividad física
Si te encanta correr o te apasiona alguna actividad específica, es tentador limitarse a hacer esa única cosa. ¡Pero hazlo bajo tu responsabilidad! Es muy importante tener un equilibrio de diferentes actividades, incluido un poco de trabajo de fuerza, algo de entrenamiento de flexibilidad y algo de ejercicio aeróbico. Reducirás el riesgo de lesiones o agotamiento, mejorará tu condición física en áreas desatendidas y es casi seguro que también mejorará tu rendimiento en tu actividad favorita.
9 No realices unicamente entrenamiento intenso
Nos referimos al nivel de esfuerzo. Las investigaciones muestran que existen innumerables beneficios que se pueden obtener del ejercicio de alta intensidad, pero también hay muchos beneficios en los entrenamientos de ritmo más suave . Además, debes saber que trabajar duro todo el tiempo compromete tu sistema inmunológico y lo deja vulnerable a lesiones.
10 Aprende una nueva actividad
Ya sea surfear en la playa, montar a caballo, una lección de tenis o inscribirte en sesiones de Pilates, este año promete adquirir una nueva habilidad relacionada con la actividad. El cuerpo se vuelve complaciente cuando siempre haces lo mismo, y habiéndote adaptado a lo que haces normalmente, ya no lo encuentra desafiante. Dar una oportunidad a algo nuevo obligará a tu cerebro y cuerpo a dominar nuevos patrones motores.
