¿Ya tienes el hábito de hacer ejercicio regularmente? ¿Quieres añadir el running a tu rutina? Sabras que estás listo para correr si has pasado al menos dos semanas caminando o haciendo ejercicio de algún otro modo (como usar una bicicleta estática o una elíptica) aproximadamente 30 minutos al día, cuatro o cinco días por semana. Si ya has cumplido esto,
¿Cómo empezar a hacer running?
Aunque es tentador salir y correr tan rápido como puedas durante el tiempo que puedas, te sentirás mejor y evitarás lesiones si empiezas correr breves recorridos. Estos paseos regulares, debes ir aumentándolos gradualmente, cada vez correrás durante más tiempo seguido.
Debes comenzar por agregar un minuto de running por cada cuatro minutos de caminata, y aumentarás gradualmente tu tiempo de ejecución para que al final acabes corriendo el doble de tiempo del que pasas caminando.
Tu objetivo principal es ponerte en forma sin lesionarte.
Ir demasiado lejos o demasiado rápido, antes de que tu cuerpo está listo es una de las causas más comunes de lesiones como las férulas de la espinilla, el síndrome de la banda de TI, y la rodilla del corredor, que padecen muchas personas. Puedes permanecer libre de lesiones aumentando gradualmente el tiempo que pasas caminando y corriendo, aumentando el tiempo en no más de un 10 por ciento de semana a semana.
Deja que tu cuerpo sea el jefe. Algunos dolores musculares y dolor, especialmente en los cuádriceps y pantorrillas, se manifiestan cada vez que estás sobrepasando el ejercicio del que estas acostumbrado. Pero hay algunos dolores que no debes ignorar. Cualquier dolor o dolores agudos que persistan o empeoren mientras caminas, corres o realizas sus actividades diarias son señales que te indican que debes parar por lo menos tres días y ver a un médico. También, ten cuidado de los dolores que están en un lado del cuerpo, pero no el otro. Lo mejor que puedes hacer es visitar un médico deportivo antes de comenzar.
Otra cosa muy importante, cuando estas empezando a hacer running, es que seas paciente.
Muchos de los cambios positivos que se dan cuando comienzas a correr no serán visibles en el espejo enseguida. La pérdida de peso vendrá solo si tu eres constante, pero se necesita tiempo para acondicionar tus músculos, ligamentos y tendones. El cuerpo produce más capilares (pequeños vasos sanguíneos que transfieren oxígeno y productos de desecho dentro y fuera de las células), más mitocondrias (las estructuras productoras de energía en las células) y más enzimas que ayudan al cuerpo a usar la grasa como combustible. Además, cada vez que tu pie golpea el suelo, estimula el crecimiento óseo, por lo que tus huesos se hacen más fuertes y densos.