¿En qué se basa la dieta mediterránea?, ¿cuáles son sus beneficios para la salud?
Más allá de un simple patrón dietético, la dieta mediterránea es una combinación adecuada de los alimentos, consiguiendo una alimentación completa, equilibrada y saludable que recoge formas de cocinar, uso de productos típicos y alimentos de temporada.
El consumo de alimentos de temporada producidos en la región fomenta una agricultura respetuosa con el medio ambiente y promueve los intercambios e iniciativas regionales lo cual influye en la cultura y en la economía de todos los pueblos de la región mediterránea.
La dieta mediterránea se caracteriza por:
Uso del aceite de oliva como principal grasa de adición: El aceite de oliva es un alimento rico en ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y beta-carotenos, nutrientes que aportan grandes beneficios para nuestra salud.
Abundancia de alimentos de origen vegetal: frutas, verduras y legumbres como principales fuentes de vitaminas y minerales.
Los alimentos provenientes de cereales como el pan, el arroz o la pasta aportan a nuestra dieta, gran parte de la energía necesaria
Consumo de pescado, aves de de corral y huevos: aportando de esta manera una fuente natural de proteínas con un porcentaje bajo de grasas saturadas.
Esta dieta es considerada como una de las más equilibradas, completas y sanas que existe, en cuanto a los beneficios para la salud, el seguimiento de la dieta mediterránea se asocia a:
Reducción del índice de obesidad debido a un aporte de calorías adaptado a las necesidades personales.
Menor índice de enfermedades cardiovasculares puesto que los ácidos grasos monoinsaturados del aceite de oliva tienen un efecto protector del sistema cardiovascular.
Menor incidencia de enfermedades como diabetes o hipertensión por el elevado consumo de hidratos de carbono complejos frente a un porcentaje muy bajo de consumo de azucares simples.
Reducción del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer
Menor deterioro cognitivo asociado a los procesos de envejecimiento
Consejos para seguir el modelo de dieta mediterránea:
- Utilizar varios grupos de alimentos en un mismo plato, con el objetivo de llevar una alimentación variada y obtener un buen aporte de nutrientes.
- Usar siempre aceite de oliva tanto para cocinar como para dar sabor y textura a nuestros platos
- Consumir al menos 5 piezas de fruta y verdura al día consiguiendo que aporten la mayor parte de vitaminas y minerales de nuestra dieta.
- Consumir hidratos de carbono complejos (pan, arroz, pasta, legumbres) al menos una vez al día, deben ser nuestra fuente principal de energía.
- Realizar actividad física diaria para mantener un buen tono muscular.
- Seguir las recetas tradicionales evitando la adición de embutidos a las comidas.
- Consumir productos frescos de temporada y producidos en la zona.
Seguir una dieta mediterránea es acogerse a las tradiciones culturales incluyendo todos los grupos de alimentos para conseguir una dieta variada y aportando a nuestro cuerpo nutrientes esenciales para su correcto funcionamiento.
Alejandra Castro Lalinde Graduada en Nutrición Humana y Dietética
