Quizás a muchos os parezca una locura el pensar en beber agua de mar, cocinar con ella, y mucho menos utilizarla como complemento deportivo para recuperarse, o mientras se practica deporte.
Pues todos aquellos que pensáis así, estáis equivocados. De hecho, lejos de ser una locura, utilizar agua de mar para cocinar es mucho más sano y nutritivo. Utilizando este agua para cocinar los alimentos enriquecemos nuestra alimentación con todos los minerales extras que contiene este agua.
Según la Fundación aQuaMaris, los Japoneses han descubierto que el agua de mar contiene, por lo menos, 95 elementos de la tabla periódica de los 118 elementos que actualmente tiene la misma.
Vamos a compartiros la web de una empresa que comercializa el agua de mar para su uso alimenticio, por si os interesa saber la proporción correcta para vuestras recetas de mariscos, pescados y pasta: aguademar.es
Beber agua de mar
Por otra parte, tomar agua de mar mientras se hace deporte, está comprobado que es la mejor opción frente a otras bebidas isotónicas.
Antes que nada, aclarar para aquellos que no hayan oído hablar de esto, que no se trata de beber agua directamente del mar. Este tipo de agua ya está comercializada, pero también hay personas que se la preparan ellos mismos. No hay una medida correcta establecida, pero por norma general se suele utilizar 3/4 partes de agua dulce y 1 4 de agua salada de mar, recogida directamente de la playa (es conveniente filtrarla con una tela limpia, por si acaso contiene arena).
Gracias a su alto contenido en sales, aporta un mineral natural para combatir la deshidratación, optimiza los sistemas metabólicos, ayuda a prevenir y/o retrasar la fatiga y favorece los procesos de recuperación.
Muchos runners blogeros, se han molestado en hacer comparativas, en sus carreras, de diferentes bebidas entre las que se encontraba el agua de mar, y han concluido que ésta última es la mejor opción. Os dejamos el ejemplo concreto de un blog puesto que tiene una comparativa bastante detallada. El experimento consiste en comparar el agua de mar con otras tres opciones que serían: el agua dulce, bebidas isotónicas, o simplemente no beber nada.
Si queréis ver al detalle el estudio del que hablamos en el párrafo anterior, pincha aquí