Si estás buscando contratar un entrenador personal en Alicante y no quieres caer en manos de un mal profesional, aquí te dejamos 6 señales que te permitirán identificar a un buen instructor.
¡Tenlas en cuenta antes de poner tus propósitos en sus manos!
6 señales del gran entrenador personal
1. El entrenador crea un programa diferente para cada deportista
Cuando se trata de entrenar a un cliente, no hay un enfoque único para todos y un buen entrenador lo sabe. Cada sesión y programa debe adaptarse a sus necesidades, objetivos y tipo de cuerpo. No es lo mismo una niña de 20 años que un hombre de 55 años con una lesión en la rodilla. Cada cliente necesita ser tratado como un individuo único porque cada cuerpo tiene necesidades individuales.
2. Te hacen preguntas
Con el fin de conocer a un cliente, un entrenador personal debe hacer todo tipo de preguntas, desde la rutina diaria, a las preferencias alimentarias y luego, por supuesto, al historial médico por razones de seguridad. Si evitan hacer preguntas, significa que lo más probable es que te de un programa cortado con el mismo patrón que el que le da a los demás. Asegúrate de que muestran interés en tu vida.
3. Son alentadores y motivadores
Los entrenadores personales deben motivarte. Algunas personas prefieren tener un entrenador contundente y militar, aunque otros pueden querer a alguien que los aliente mientras entrena. Todo depende del cliente y de su preferencia personal en las técnicas de entrenamiento, pero independientemente de eso, es importante encontrar un entrenador que te entusiasme y que se alegre con su progreso al final de la sesión.
4. Creen en ti
Si tu entrenador personal no cree en ti, alcanzar tus metas será mucho más difícil. Un buen entrenador personal cree que cada cliente tiene la capacidad y el potencial de alcanzar el éxito, es más, un entrenador realmente bueno te llevará al siguiente nivel.
5. Dan buen ejemplo
¿Tu entrenador tiene sobrepeso? Bandera roja. ¿Tu entrenador está constantemente comiendo bocadillos o comida rápida? Bandera roja. Los grandes entrenadores personales practican lo que predican, se preocupan por su salud y dan un buen ejemplo. Por supuesto, no necesitan tener la perfección física; los cuerpos ajustados que vemos en portadas de revistas o en la web a menudo se retocan con Photoshop y muestran estándares inalcanzables. Sin embargo, un entrenador personal debería ser saludable y estar en forma.
