A menudo nos encontramos inmersos en una rutina de entrenamiento, y esto repercute negativamente en nuestra motivación, lo que inevitablemente hace que nuestro estado físico se resienta, y nos estanquemos en cuestiones de velocidad y mejora de marcas personales.

La electroestimulación muscular puede ser el complemento perfecto en estos casos. Su uso adecuado nos ayuda a maximizar resultados, puesto que nos permite integrar sesiones extras en nuestro plan de entrenamiento sin riesgos de sobrecargas.

En el entrenamiento con EMS, los músculos se contraen a través de impulsos eléctricos. El entrenamiento EMS hace uso de este efecto mediante el empleo de impulsos electromagnéticos externos lo que hace que se intensifiqué la contracción muscular convencional y el entrenamiento sea más eficaz en menos tiempo.

Con estametodología y la técnica EMS, el reclutamiento de las fibras se hace desde la superficie hacia la profundidad y no en función de la naturaleza de las fibras. Al efectuar la contracción en EMS, un 50% del máximo cierto de número de fibras rápidas van a trabajar y en cambio en EV (Estimulación Voluntaria), no sería así.

Se consigue la máxima intensidad en el ejercicio sin sobrecargarnos con elevados pesos. Haciendo más suave las sobrecargas de nuestras articulaciones y sistema musculo esquelético.

Es por esto, que con entrenamientos regulares de electroestimulación, se aumenta la velocidad y la resistencia, sin dañar las articulaciones y evitando lesiones.